El auténtico Capón ha de tener un mínimo de 150 días de vida y ser castrado en su madurez sexual, como mínimo 76 días antes de su sacrificio, alcanzando un peso aproximado de 5 kilogramos. Esta castración provoca un cambio metabólico en el organismo del animal de tal envergadura que transforma por completo el sabor, la textura, la jugosidad y hasta el aroma de la carne, es decir, sus cualidades organolépticas. Estas son las principales diferencias entre un pollo y un capón, que además, si es criado al aire libre, en espacios abiertos donde moverse y alimentarse de forma natural, a base de cereales, leguminosas y verduras variadas, conseguiremos una carne excepcional y altamente apreciada por los mejores paladares.
Y por eso nuestro Capón relleno con foie y salsa de trufa, de elaboración totalmente artesanal, en el que utilizamos para el relleno carne del propio Capón, cerdo ibérico, Foie, castañas, piñones y Salsa de Trufa, (los productos típicos de estas fechas) se posiciona como una de las mejores propuestas para las grandes celebraciones y fiestas de Navidad. Unas fiestas en las que con nuestra propuesta de platos preparados, listos para calentar y emplatar, se convierte en una solución realmente útil ante la tediosa tarea de cocinar para muchos comensales, con nuestro capón y su fácil preparación en el horno, podrás disfrutar mas de la compañía de tus invitados. y seguro que acertaras.